Hace solo unas semanas que salió a la venta ‘El botones de verde caqui‘ y Spirou no se toma respiro. El 23 de marzo está previsto el lanzamiento del Integral 12 de Spirou y Fantasio, que recoge tres historias de Nic y Cauvin, realizadas a principios de los años 80, en un tomo de más de 200 páginas a todo color. La editorial Dibbuks es ahora la casa del botones belga en España. Sus editores son Ricardo Esteban y Marion Duc, y por sus manos pasan los planes de futuro de este emblema del cómic francobelga. Por ello, les preguntamos en un cuestionario por correo electrónico por cómo ha sido el ‘fichaje’ de Spirou y Fantasio y qué futuro les aguarda a estos intrépidos aventureros.

¿Cómo llega Spirou al catálogo de Dibbuks? ¿Ha sido difícil el proceso, tras la desigual andadura que ha tenido el personaje en España?

Ricardo Esteban: Desde pequeño, he estado enamorado de las aventuras y de los estrafalarios inventos y viajes que leía en las historias de Spirou y Fantasio. Lo tenía todo en mi biblioteca particular. Por ello, cada vez que viajaba a Angoulême y me reunía con los editores de Spirou les preguntaba: «Y la serie de Spirou, ¿hay opciones?». Siempre me comentaban lo mismo: «Planeta tiene los derechos para España». Así año tras año. Y, de repente, surgió la oportunidad, Dupuis decidió cambiar de editorial en España para su personaje más señero, el más importante. No lo pensamos dos veces. Nos lanzamos a negociar lo que desde Dibbuks pensamos que es la serie europea que más tiene que ver con su estilo, con su sentido de ser como editores, con sus gustos.

¿Por qué Spirou ha llevado tan ‘mala vida’ en nuestro país? A pesar de su potencial, es un personaje poco seguido fuera de los acérrimos seguidores del francobelga.

Ricardo Esteban: Spirou puede compararse en importancia a las otras dos series de fama y reconocimiento, Tintín y Asterix. Pero cuando empezó a despuntar en Europa, el maestro Ibáñez recibió el encargo de hacer un personaje parecido en nuestro país, el Botones Sacarino. Lo hizo tan bien que, cuando se introdujo Spirou aquí, ya estaba copado este tipo de personaje e historias y lo tuvo mucho más difícil que otros. Pese a ello Grijalbo-Junior en primera instancia y Planeta después hicieron un muy buen trabajo.

Habéis empezado con un título de la serie ‘Una aventura de Spirou y Fantasio por…’. ¿Ha sido una forma de tomar contacto y ver cómo responde el público?

Ricardo Esteban: Empezar por un título fuera de la serie regular fue muy pensado. Queríamos decir a sus seguidores: «¡Eh, aquí llega de nuevo Spirou, no te lo pierdas!», pero sin lanzar un álbum con el número 51 de la serie regular de repente, que podía despistar a los que empezaban con el personaje. Para ello la serie ‘Una aventura de Spirou por…’, donde se invita a autores a hacer su propia y particular versión en un único tomo nos parecía lo mejor. A juzgar por los primeros resultados, ha sido una buena decisión.

Por lo visto con ‘El botones de verde caqui’, vuestra intención pasa por ser respetuosos con el material original. Supongo que la prioridad será editar tanto lo nuevo como las etapas históricas que llevan más tiempo sin editarse en España.

Ricardo Esteban: Nosotros, en nuestra apuesta, vamos a editar a partir del material inédito en España. Hacerlo siguiendo las mismas ediciones que Dupuis en Francia. Respetando formatos, numeraciones, ediciones y dándole a Spirou la categoría y la importancia que debe tener. Elevar al personaje a su justo nivel, rescatando a los ‘spirounómanos’ de toda la vida y darlo a conocer a aquellos que no lo conocían o nunca se habían acercado a él. En cuanto nos pongamos en la misma cadencia de publicación que Dupuis comenzaremos a editar el material antiguo anterior ya publicado, pero con las características mencionadas.

Estamos seguros de que la acogida en España va a ser muy buena, por ello, además de estos tomos de ‘Una aventura de Spirou por…’, la serie regular (llevan ya 54 álbumes) y los integrales (ahora mismo 15 a disposición en Francia), iremos editando otro tipo de material existente, que hará las delicias de nuestros lectores: aventuras inéditas fuera de toda colección, ediciones especiales, curiosidades, para coleccionistas… Mientras el lector siga pidiendo, nosotros iremos enriqueciendo en España el universo de Spirou.

¿Qué supone Spirou para Dibbuks? ¿Os va a facilitar la negociación de otras obras?

Ricardo Esteban: Naturalmente el editar, y con calidad, una serie de este tamaño e importancia hace que Dibbuks amplíe su imagen en el mercado, tanto nacional como su visibilidad internacional. No solo para poder acceder a obras de más envergadura, sino también para colocar nuestras apuestas nacionales en otros países. Creo que todos salimos beneficiados con esta apuesta, que supuso el regalo final de Dibbuks a sus lectores y amigos el año pasado, en el que celebramos con ellos nuestro décimo aniversario. ¡Va por ellos!

Tenéis muy asentado en vuestro catálogo a Fabien Velhmann. El guionista de la colección regular de Spirou parece ser el hombre del momento en el cómic francobelga…

Marion Duc: Fabien Vehlmann no es de estos autores de los que todo el mundo habla. No es especialmente mediático y no está en todas las ferias como otros. Hasta que un día te das cuenta que has leído y te han gustado varias de sus obras y le empiezas a prestar especial atención. Hoy tiene proyectos de todo tipo con distintos artistas con una preferencia clara por la aventura para todos los públicos. En Dibbuks estamos especialmente interesados por esta idea de matizar las fronteras: ¿un libro a priori juvenil puede interesar también a los adultos? ¿Una historia seria o dura no es para niños? A Fabien Vehlmann claramente le gusta experimentar con eso, como en ‘Spirou’ o en ‘Solos‘, su serie con Gazzotti. Aunque siempre tendemos a fijarnos en los dibujantes, lo que tienen que transmitirnos los guionistas es apasionante.

Vuestra apuesta por el tebeo francobelga parece que es firme y va en aumento… ¿Hay un interés creciente entre el público? ¿Qué planes tenéis a medio plazo en este ámbito?

Marion Duc: Nuestro interés por el cómic francobelga siempre ha sido enorme. No es que tengamos nada contra otros géneros sino que sencillamente nos tira mucho el francobelga. Es lo que hemos leído ambos desde pequeños. En lo que se refiere al tebeo «de patrimonio» como se dice en francés, me refiero a las obras más antiguas, desde luego se nota un movimiento de rescate generalizado. Ya lleva unos años en Francia con la labor de editoriales como Dupuis que hace un trabajo monstruoso para renovar la imagen de series o universos de su primera época como editor. En España recientemente pasa algo parecido. Podemos citar la colección Fuera Borda de Dolmen o las nuevas ediciones del Marsupilami por Editorial Base. De momento parece ser que la respuesta es bastante positiva. En Dibbuks, nos vamos a esforzar mucho con Spirou pero nos interesa también dar cabida a creaciones más actuales u obras de autores españoles.